30 ago 2016

“Es mejor conocer la verdad: sea buena, sea mala, en mi caso fue muy buena” Ixel Macz.


Ixel Macz portando la foto de su padre Otto W. Macz Pacay, detenido desaparecido en 1983.


hace poco mas de un año nos informaron que iban a inhumar los restos de Otto Waldemar Macz Pacay, él había sido encontrado en la antigua zona militar de Cobán, Alta Verapaz, ya hacia varios años guardaba varios cientos de fotos de detenidos desaparecidos de por la región, me fui a mi archivo y allí fue por donde primera vez conocí el rostro de “Otto” que me llevaría junto a otros compañeros y hermanos de HIJOS a movernos a las verapaces para documentar la velación de Otto Waldemar Macz Pacay.



Cuando llegamos a la velación ya varios cientos de personas abarrotaban el salón y en donde pese a los años de ausencia a Otto se le recordaba como si fuera ayer, uno a uno de los testimonios familiares y de amigos fui descubriendo al desaparecido, encontrando la historia atrás del rostro de uno de ese mi archivo de cientos que atesoro como mi verdad.



Muchas jóvenes corrían para asegurar llegar el cafecito caliente, allí transcurriendo la noche y en medio de la platica me dijeron señalando, ella es la hija de Ott: Icel Macz.



 Velación de los restos de Otto Macz, en Cobán, Alta Verapaz (2015)

 Ixel Macz solo tenía dos años cuando hombres desconocidos se llevaron por la fuerza y atado a su padre Otto Waldemar Macz Pacay el 5 de Marzo de 1983. Mi mamá nunca me habló del tema, quizás por querer olvidar esa parte, a él se lo llevaron delante de ella, lo llegaron a traer en Pick Up, solo supe que lo habían secuestrado, mis abuelitos tampoco hablaban de eso, nadie hablaba de eso, mi tía la hermana de mi papá fue la que se organizó junto a otros familiares de detenidos desaparecidos, buscaron esclarecer el paradero de los que se llevaron, mi tía visitó muchos lugares, pero siempre existieron indicios que en la zona militar habían estado torturando y asesinando a personas” nos cuenta Ixel, con la mirada lúcida, con la esperanza brillosa de quien va poco a poco recuperando los hilos de una historia negada.



Otto Macz es uno de los tantos detenidos desaparecidos en Guatemala en el marco de la guerra contrainsurgente. Pasaron alrededor de 30 años para que sus restos fueran encontrados en una de las fosas clandestinas de la antigua zona militar número 21 Coronel Antonio José de Irisarri en Cobán, Alta Verapaz, donde hoy opera el denominado Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz -CREOMPAZ- y por lo que hoy más de una docena de militares esperan llegar al banquillo de los acusados.



En Agosto del 2015 los restos de Otto Waldemar Macz Pacay fueron devueltos a su familia. Amigos, compañeros, familia se reunió el 15 de ese mismo mes para homenajearle, e inhumarlo.



Con mucha ternura y con cierto grado de timidez, Ixel Macz, su hermano y familia inician a cerrar años de espera, la recuperación de los restos de su viejo abre una posibilidad, un reencuentro con la memoria, verse en él, recuperar al menos en historias fragmentadas lo que les arrebataron, conocer a su padre a través de la memoria de quienes lo conocieron y se congregan 32 años después de su desaparición para colectivizar su dolor y el significado de su ausencia, rompen el silencio impuesto por el miedo y nos desvelan al hombre, al compañero, al amigo, al padre ausente.

Sus compañeros de estudio lo recuerdan por sus dotes de orador y dirigente. Uno de ellos de los cuatro en fotografía expresó el día de su inhumación “Luego de 32 años de su ausencia, venimos a su encuentro”.



Otto Macz fue desde siempre un luchador” expresa un compañero de estudio, “pese al racismo y la discriminación por ser indígena y pobre, teniendo todos en contra, sobresalió gracias a su liderazgo en el Instituto” Emilio Rosales Ponce, así mismo fue reconocido por escribir en revistas estudiantiles como "Nueva Vida" y "El ideal", en donde junto a otros estudiantes publicaron sus inquietudes frente a la realidad y marginación histórica del pueblo Q'eqchi'. Lideró una de las primeras huelgas del Instituto en la que demandaban derechos para los estudiantes. A causa de esto fue expulsado, sin embargo la presión y solidaridad de sus compañeros hizo que le permitieran volver a sus estudios.




A los 19 años inició sus estudios de Perito Agrónomo en la Escuela Nacional Central de Agricultura -ENCA-, en Bárcenas, Villa Nueva. Posteriormente continuó sus estudios superiores de Agronomía en el Centro Universitario del Norte –CUNOR-, por su compromiso laboral y comunitario abandonó los estudios pocos años después.



Su inquietud lo llevó a conocer e indagar sobre la cultura y cosmogonía Q'eqchi' vinculando su profesión a estos conocimientos ancestrales de respeto a la Madre Tierra. Su revalorización de la cultura Maya lo hizo llamar a su hijo Kikab y a su hija Ixel. 
  

Kikab Macz usa como su padre una boina negra.

En 1976 tras el terremoto fue convocado por su conciencia y solidaridad a trabajar con los damnificados de Comalapa, Tecpán, Patzún, Sumpango y Patzicía, en Chimaltenango, donde coordinando con el grupo CABRAKAN profundizó su conciencia de clase conociendo la realidad de marginación extendida de los pueblos originarios.



Miembros de cooperativas asesoradas por Otto Macz, posiblemente en San Cristobal Verápaz. Foto recuperada y proporcionada por Ixel Macz.



Se desempeñó como asesor de cooperativas, brindando asesoría en el manejo de café arábigo y su comercialización sin intermediarios. Al mismo tiempo les capacitó para el aprovechamiento de la pulpa de café para elaborar abono orgánico. Su coherencia lo llevó a renunciar a importantes puestos, ya que denunció que algunas cooperativas pagaban a bajo precio el café a los pequeños productores y lo vendían más caro.



Ixel nos lleva por esos caminos de la memoria que ella ha emprendido, presentándonos a su padre: “Donde estudió empezó a vivir la discriminación por ser indígena, esto forjó su identidad para salir adelante y situarse del lado de los pobres. Con sus estudios en la Enca y sus giras de campo reforzó su vínculo con las necesidades de la gente. Entonces, si hay una clara convicción que yo no conocía, realmente mi papá quería buscar un desarrollo para Guatemala y lo único que lo impulsaba era un servicio, no sé cuánto ganaba, pero era un apasionado, a donde lo llamaban iba aun así no le pagaran. Se eso a razón de los testimonios que yo leía de sus amigos y personas que lo conocieron.



Entonces ya me empezó a conmover que mi papá no sólo era aquel que se iba a tomar unas cervezas y se ponía hablar de sus ideales, si no que en verdad él empezó a hacer cambios en las comunidades”.



Otto Trabajó con las cooperativas del Río La Pasión, Petén, en donde promovió la compra de una lancha de gran envergadura para la comercialización de los productos de pequeños agricultores. Así mismo, coordinó la producción y comercialización de maíz, arroz, frijol y miel de abejas hacia los mercados de la ciudad de Guatemala, evitando que los compradores intermediarios impusieran bajos precios; también mejoró el control de calidad de estos productos. Años después las cooperativas que contribuyó a organizar fueron arrasadas en su totalidad, acusadas de ser parte de la guerrilla. 

Otto Macz en Yaxchilan, Rio Usumacinta. Foto recuperada y proporcionada por Ixel Macz.

 



Ixel escucha las voces de quienes fueron testigos de los caminos de su padre y teje para sí la historia: Un compañero nos contaba que trabajaron en el Usumacinta y que habían cooperativas que perdían sus cosechas porque no tenían como sacarlas del otro lado del río; a raíz de que mi papá junto a otros agrónomos que llegaron (porque no solo fue él), pudieron hacerse de un lanchón de 200 quintales y empezaron a sacar sus productos al otro lado del río y a vender sin intermediarios, a vender a un mejor precio. uno se da cuenta de la dimensión.



A partir de qué estás cooperativas empezaron a florecer se instaló un destacamento militar en el área y empezaron a secuestrar y matar a los cooperativistas. El cambio que se generó por su compromiso fue la razón por la que lo secuestraron. Hay anécdotas en las que se llevaban a personas solo porque hablaban cosas y tal vez no estaban metidos en nada, pero en el caso de mi papá si había un objetivo del porque se lo llevaron”.


Asesoría de cultivo de café. Foto recuperada y proporcionada por Ixel Macz.


Otro de los objetivos de Otto Macz era capacitar a los asociados para mejorar la conservación de los granos cosechados, de igual forma hizo con la crianza de animales domésticos, mejorando significativamente la higiene en el entorno de la casa familiar. Rechazó el monocultivo e impulsó la diversificación de cultivos para la subsistencia familiar.



Por amenazas recibidas tuvo que salir de Guatemala refugiándose en Costa Rica, donde no cesó con su trabajo por las comunidades. A pocos días de su regreso y con 28 años de edad fue capturado. Por 32 años no se supo más de él.



Recuerdo que de niña no se hablaba de quién se había llevado a mi papá. Tenía en mi memoria que era una buena persona pero nada más, igual no conocí la historia de él, entonces como que nació una cierta indiferencia en mi hacía eso, lo reconozco, es el hecho de no querer recordar



En el 2013 se realizan las exhumaciones, mi tía me empezó a contar que estaba haciendo Las exhumaciones, yo me empecé a interesar, aunque seguía con la mentalidad de no querer saber eso, prefería tener la imagen de que a mi papá lo habían secuestrado, que él había muerto; tenía en mi memoria que era una buena persona, pero nada más.



Cuando realizaron las pruebas de ADN en el 2013, yo no quise participar porque era el hecho de querer confrontar a los que hicieron eso. Para mí era más el hecho de tener un sentimiento de perdón hacia esas personas, hacia lo que haya provocado que se llevarán a mi papá y era decir ya los perdoné y cerré ese capítulo, pero realmente no es cierto, el hecho de que apareciera mi papá y nos avisarán que si era mi él, me motivó para que empezáramos a organizarle un homenaje.



Entonces yo también empiezo a acercarme más a mi familia de parte de mi papá y empezamos a recabar testimonios, me involucré más porque si me interesa saber quién era mi papá, porque hasta ese entonces yo no sabía. En el 2014 algunas personas empezaron a contarme cosas de él.



Él a veces tomaba licor, entonces de alguna manera yo creía que simplemente era como muchos que solo hablaban y le gustaban los ideales y que se identificaban con ellos, pero hasta este año (2015) que se empezó a revisar y preparar lo del homenaje, ya sus compañeros de estudios y de trabajo empezaron a mandar sus comentarios, sus recuerdos y todas las historias que vivieron con él, y lo que coincidía era que él era un apasionado en la parte agrícola.



El hecho que yo me haya quedado tantos años sin conocer la identidad de mi padre fue, pienso yo, un tiempo perdido porque yo trabajé para una ONG por varios años y si sentí una pasión por trabajar en las comunidades, yo trabajé en muchas comunidades y también conozco la realidad de las áreas rurales de Alta Verapaz y me apasionaba. Yo decía que esa pasión venía de mi mamá, porque ella era una mujer muy trabajadora, sacó adelante a 5 hijos, era súper esforzada, una excelente madre, entonces yo decía de ella lo heredé.



Me encanta el café, tomarlo, verlo, es aquella pasión por el café y ahora entiendo que parte de eso es de mi papá. Tengo muchas cosas buenas de mi mamá pero también tengo muchas cosas buenas de mi papá: genética, tomo vino, el espíritu, no sé… Son cosas que al final vas concluyendo a raíz de todo esto. Lamento no haberlo buscado antes, lamento no haber preguntado e investigado sobre él.



A veces me decían, yo conocí a tu papá, ah sí, que bueno y ¿dónde? les respondía, pero no profundizaba. Un compañero de él me mandó unas fotos, me dice, mirá, yo conocía a tu papá en Yaxchilán (México) y aquí están estas fotos, pero no investigué más. Si hubiera investigado más esta persona me hubiera contado más, en ese momento me hubiera alimentado, mi conclusión es que es mejor conocer la verdad: sea buena, sea mala, en mí caso fue muy buena.



Yo estoy muy orgullosa de mi papá y sé que tengo muchas características de él y también me inspiró porque siempre he reprimido muchas ideas, muchos comentarios porque digo yo, quizás son demasiado, confrontar al sistema, pero está esa sensación adentro por todo lo que está pasando en Guatemala.

Otto Macz en el Puente de Río Dulce. Foto recuperada y proporcionada por Ixel Macz




Yo creo firmemente que no quisiera que lo que pasó con mi papá se use como confrontación, obviamente fueron los militares quienes se lo llevaron, obviamente fueron personas, manipulados, como sea que haya sido, quizás con conciencia, no lo sé, solo ellos y Dios lo saben.



Yo lo veo desde el punto de vista que la verdad para mí es: mi papá era un profesional con la pasión de querer un cambio para Guatemala, lo hizo, fue a las comunidades, a las cooperativas, capacitó a las personas, motivó un cambio para mejoras a las comunidades. Él obviamente se identificaba con los ideales, porque lo que estaba pasando en Guatemala estaba pasando en otros países, habían otros líderes con esos ideales en otros países, entonces él se identificó y empezó a tomar esas ideas que tenía que hacer un cambio, esa es mi verdad. Yo no lo conocí, solo puedo ver los resultados que la gente cuenta y es bueno. Lo que la gente cuenta es bueno.



Si yo juzgará a mi papá solo por lo que me están contando, yo diría mí papá es una gran persona, sería un héroe, la verdad se tiene que contar, y no es la confrontación: si hubo, no hubo. ¿Quién fue el culpable? La verdad es que atrás de todas estas personas desaparecidas hay una historia, hay maestros que solo por el hecho de alfabetizar, por el hecho de ir a dar clases, ellos ni estaban pensando "Queremos una revolución", no, para mí atrás de cada persona hay una historia que hay que contar porque eso nos motiva. Por ejemplo un maestro que lo secuestraron por ser maestro motivaría para decir: hay quienes dieron su vida por la educación, y yo quiero seguir aportando a la educación. Para mí eso es lo más relevante de lo que pasó y se debe contar, realmente que fue lo que hizo cada una de estas personas para que las desaparecieran, obviamente hay muchas personas que solo desaparecieron porque estaban en circunstancias y en el lugar equivocado, pero sí, hay miles de personas que tienen una historia que contar, como la de mi papá”. Nos cuenta Ixel, quien se reencuentra con su padre, a quien le cuentan para ella contar.



La exhumación de los restos óseos de Otto no sólo permitió la posibilidad de una tumba para el padre, el amigo, el hermano, el compañero. Su huesos, hoy prueba de su existencia, nos permiten el encuentro con su memoria, palpar sus sueños y adivinar las ausencias que dejó en la sociedad guatemalteca, su compromiso con la vida.


Otto Waldemar Macz Pacay.


En el año 2013 la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Guatemala -FAMDEGUA- y la Fundación de Antropología Forense de Guatemala -FAFG- junto a organizaciones locales impulsaron las exhumaciones en la antigua zona militar, se tomaron muestras de ADN. Familiares de personas detenidas desaparecidas de Alta y Baja Verapaz, Ixcan, Petén e incluso de Quiché acudieron a brindar sus muestras con la esperanza de encontrar en la zona a sus seres queridos desaparecidos. Hasta la fecha más de 128 víctimas han sido identificadas de las más de 558 osamentas encontradas.



En la antigua zona militar hoy opera CREOMPAZ, donde los militares representantes de los “Cascos Azules” de las Naciones Unidas se entrenan para acudir a las misiones de paz. No se ha permitido el ingreso de los familiares de desaparecidos al recinto para llevar a cabo una ceremonia de cierre. En varias ocasiones algunas mujeres solo han podido colocar veladoras a la entrada de la zona militar, ellas siguen esperando que algún día puedan ingresar y hacer allí un gran acto para recordar a los arrebatados, a los desaparecidos.

4 ago 2016

"Doctorado Honoris Causa In Memóriam" es entregado a hermanos de Robin Mayro García Dávila.


Robin García fue secuestrado el 28 de julio de 1977 junto con el estudiante Aníbal Leonel Caballeros, el 30 de ese mes aparecía el cuerpo de Caballeros. 

Bajo el grito: "Queremos vivo a Robin" Miles de jóvenes se movilizaron para exigir su entrega con vida, el 4 de agosto en la carretera que conduce a Palín, Escuintla, aparecía el cuerpo torturado y destrozado del joven estudiante quien se constituyó en el símbolo de una época revolucionaria.



En 1976 Robin García, se había incorporado al Ejército Guerrillero de los Pobres -EGP- posterior a su asesinato se convirtió en un símbolo del movimiento estudiantil y movimiento revolucionario que en 1978 en el Frente Estudiantil Revolucionario "Robin García" -FERG-, vinculada al EGP abogó por la luchar armada en el país. 


La entrega a la familia de Robín García del "Doctorado Honoris Causa In Memóriam" es un reconocimiento también a todos los jóvenes, hombres y mujeres que en esta etapa se atrevieron a desafiar con las armas e ideas a las dictaduras.


Atrevernos a llamarnos revolucionarios
Es atrevernos a empuñar un fusil,
A organizar a las masas,
A politizar y politizarnos,
A leer y escribir,
A pensar y a discutir
A proponer y a sentir.
Si lo hacemos
Ya no será un atrevimiento.
¡Seremos Revolucionarios!

Robin García