Guatemala salió del régimen colonial el 15 de septiembre de 1821. Pero
el sistema de explotación que caracteriza a los regímenes coloniales
permaneció inalterable hasta el mes de octubre de 1944. Todavía en abril
de 1944, la dictadura ubiquista, por medio de su Asamblea Legislativa
promulgaba el decreto No. 2795 que consideraba: "Que para el desarrollo
de la producción agrícola es indispensable poner fin a los delitos
contra la propiedad que se cometan en los predios rústicos por personas
ajenas a ellos, facultando a sus dueños para emplear contra estas los
medios adecuados para la protección de sus intereses, POR TANTO DECRETA:
Estarán exentos de responsabilidad criminal los propietarios de fincas
rústicas cercadas o sus legítimos representantes, por delitos que
cometan contra individuos que, habiendo penetrado sin autorización al
interior de aquellas, fueran hallados in fragante cogiendo o llevándose
los animales, frutos, productos forestales o instrumentos de
labranza pertenecientes a los mismos".
Si se considera qué aspiraciones movían al mundo en esos años, cuáles
eran sus banderas de lucha, qué formidable batalla estaba librando
contra la tiranía, la situación d Guatemala y su pueblo adquiere
singular relieve y alcanza su verdadera significación la tiranía secular
que, casi sin alternativas, caracterizó su vida política.
La revolución de octubre del 44 llegó para acabar con la servidumbre del pueblo guatemalteco, de su inmensa mayoría. Estableció una democracia en que la ciudadanía fue derecho no sujetos de discriminación alguna de tipo político, religiosos o racial.
Sobre esta base doctrinal a la que la democracia guatemalteca guardaba fidelidad insobornable se realizan las reformas a la enseñanza, la protección de los trabajadores, la reforma agraria y las grandes obras públicas. La democracia occidental, mientras tanto, ganaba la batalla al nazismo, renuncia a sus postulados. Guatemala, fiel, es amenazada.
La democracia guatemalteca no quiere ser el capataz de los modelos esclavistas contra su propio pueblo.
La revolución de octubre del 44 llegó para acabar con la servidumbre del pueblo guatemalteco, de su inmensa mayoría. Estableció una democracia en que la ciudadanía fue derecho no sujetos de discriminación alguna de tipo político, religiosos o racial.
Sobre esta base doctrinal a la que la democracia guatemalteca guardaba fidelidad insobornable se realizan las reformas a la enseñanza, la protección de los trabajadores, la reforma agraria y las grandes obras públicas. La democracia occidental, mientras tanto, ganaba la batalla al nazismo, renuncia a sus postulados. Guatemala, fiel, es amenazada.
La democracia guatemalteca no quiere ser el capataz de los modelos esclavistas contra su propio pueblo.
Si usted esta interesado en tener este informe de forma digital, comuniquesé a: cpr.urbana@gamil.com y de forma gratuita con gusto le enviaremos una copia.
síguenos también en tuiter como CPR.Urbana@puebloresiste
No hay comentarios:
Publicar un comentario