La vigencia de los sueños de Arbenz por la construcción de nuestra verdadera Independencia.

Hoy con unos pasos adentro de una crisis del sistema global capitalista, la reconfiguración de los aparatos de poder hegemónico nacional e internacional nos exigen  hacer un alto, idear hoy más que nunca de una forma creativa de transitar en este nuevo escenario adverso para los pueblos, es una tarea insoslayable.

El sistema capitalista lucha por no morir y en su pelea por imponerse, una gran carrera armamentista  toma impulso alrededor del  mundo. Guatemala ejemplifica sin duda esa lucha de lo viejo por  lo nuevo, de lo nacional contra lo extranjero, de lo conservador o  lo revolucionario.

Si la revolución del 44 significó una ruptura abrupta entre lo conservador y lo recalcitrante, la contra revolución del 54 no significó tirar por la ventana  los avances de la primavera democrática guatemalteca1. Lo cierto es que la intervención auspiciada por los Estados Unidos truncó el proceso de independencia económica hasta la fecha y sentó las bases para la entrega nacional de nuestros bienes naturales al extranjero.

Maria Vilanova Castro y Jacobo Arbenz Guzmán al comienzo de sus vida juntos.

Otto Pérez Molina también se sitúa dentro de ese contexto de la lucha hegemónica nacional entre lo conservador y lo revolucionario, entendido revolucionario por los conservadores desde posturas demagógicas y populistas  como el de la UNE y hasta las verdaderamente contra hegemónicas luchas indígenas y campesinas por la defensa del territorio.

El general Molina llega en un momento  de crisis al igual que Ubico y Estrada Cabrera  para garantizar la continuidad de un débil  proceso de reconversión de acumulación capitalista basada en el agro.

La derecha neoliberal y conservadora no es homogénea pero si necesita garantizar con la figura de un militar fuerte y un proyecto conservador como el del Partido Patriota el avance de su plan de acumulación capitalista. Habrá que esperar para los próximos meses la puesta en marcha de este plan económico basado en garantizar las inversiones en: agro combustibles, minería, hidroeléctricas, etc.

La única forma de frenar la continuidad de esta política entreguista, la estigmatización de los defensores del territorio y la consolidación de este proyecto económico, está en la creación de formas creativas de lucha y unidad popular, es momento que los actores históricos del movimiento revolucionario de los setenta y ochenta den paso a las nuevas generaciones y prácticas que sin dogmatismo avance en la construcción de un proyecto emancipatorio, para que como Jacobo Arbenz soñó, construyamos nuestra verdadera independencia económica y política desde nuestra realidad social y cultural.

No se trata de imponer o consensuar fórmulas de lucha, de homogeneizar pensamientos, se trata de avanzar contra un enemigo común: el capitalismo neoliberal,  desde varios frentes y formas de batalla.

Jacobo Arbenz Guzmán en la campaña electoral en  las Verapaces.

Jacobo Arbenz comparte una comida con unos simpatizantes en la campaña electoral de 1950

Los participantes observan las fotografías de la repatriación de los restos de Arbenz y una foto de María Vilanova al momento de la repatriación.

Alfonso Bauer Paiz el segundo a la derecha de Jacobo Arbenz Guzmán. 

las fotografías anteriores fueron presentadas en la exposición fotográfica Jacobo Arbenz Guzmán,   Combatiente por la libertada y el progreso la  Reproducción y digitalización fue por Daniel Hernández-Salazar del acerbo fotográfico Arbenz-Vilanova.

 fotos del archivo del Bloque Anti imperialista