La semilla Digna de la Rebeldía.

Cientos de jóvenes, que para algunos medios corporativos están manipulados, dignamente lograron ayer que la ministra "patriota" se comprometiera a abrir una mesa, esta vez no de dialogo sino de análisis, para  hacerse escuchar sobre su negativa a la propuesta que elimina la carrera magisterial.

Difícilmente el gobierno patriota se "sacudirá" como popularmente se dice a los estudiantes que según algunos: la marcha nacional por la  Educación los marco de por vida frente a un gobierno dirigido por un militar que sin consensuar, una necesaria reforma educativa, elimina la carrera magisterial que para muchos pueblos mayas y sobre todo del occidente es a lo que mayormente pueden aspirar ante un sistema educativo intencionalmente deteriorado y abandonado. 

Con ímpetu y con un grado creciente de conciencia los estudiantes impidieron la salida de la ministra de educación por varias horas ante la negativa de esta de toda posibilidad de dialogo. No fue si no hasta que el propio vice-ministro de gobernación llegara a la casa de la cultura del congreso con un despliegue de fuerza anti motín poco usual y amenazante que los adolescentes representantes de las escuelas normales para evitar la violencia accedieron dejar salir a la ministra con el único compromiso verbal que esta se comprometiera a una mesa de dialogo. 

No fue hasta entrada ya la noche que la ministra de educación, poco carismática, incapaz de dialogar con los estudiantes y con el fiel apoyo del presidente  "patriota" a regaña diente se comprometiera a iniciar una vez mas un acercamiento para el análisis de la propuesta educativa que desde la perspectiva estudiantil no se ajusta a la realidad nacional. 

Anoche los estudiantes normalistas durmieron y compartieron con los estudiantes San Carlistas que desde ya unas semanas ocupan la rectoria de la única universidad publica estatal en Guatemala, desde allí partieron hoy a temprana hora, pero para la otra semana delegaciones de todo el país se movilizaran para iniciar el análisis con testigos de la iglesia católica  y el alto comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

  La semilla digna de la Rebeldía renace y se disemina por todo el país.