Pobladores de Santiago Atitlán, quienes en diciembre de 1990 decidieron expulsar al ejercito de su territorio luego de la masacre de 13 miembros de la comunidad denunciaron ayer que rechazan la presencia de militares en las faldas del volcán de Atitlán.
Santiago Atitlán ilustra la capacidad de la población para imponer su voluntad cívica y desmilitarizar la vida comunal, desde la expulsión del ejercito a finales de 1990 el pueblo implemento acciones para su seguridad y del territorio
En el 2005 y luego de la tormenta Stan el ejercito mediante ofrecimiento de ayuda a los damnificados intento su regreso al territorio pero el pueblo y autoridades ratificaron su compromiso por la dignidad y rechazó dicha propuesta por los antecedes históricos vividos.
la presencia militar reportada en los últimos días en las faldas del volcán de Atitlán violenta y amenaza al soberano pueblo de Santiago pues la ocupación militar de comunidades indígenas en Guatemala durante la guerra tuvo como objeto desestabilizar a las comunidades y crear un ambiente de intimidación y terror que sirvió para quebrantar a las autoridades indígenas de la localidad.
La presencia de miembros del ejercito en territorio Tz'utujil causa reminiscencia de los hechos traumáticos vividos y sus secuelas afecta a los adultos y a la niñez quienes por relato oral han conocido los hechos desgarradores y violentos que los militares provocaron.
Las autoridades del pueblo Tz'utujil solicitaron al ejercito y al presidente como comandante general de esa institución abstenerse a enviar militares a su territorio.