8 may 2012

Recordaran a Padre Walter Voordeckers asesinado el 12 de mayo de 1980.

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A 32 años del intento de secuestro y posterior Ejecución Extrajudicial del Padre  Walter Voordeckers  la congregación inmaculada de Maria esta invitando a recordar las actividades de celebración de su compromiso a llevarse el sabado 12 de mayo en Santa Lucia Cotzumalguapa desde las 10 de la mañana. 
El padre Walter Voordeckers, Nació en Tornhout, Bélgica el 2 de septiembre de 1939. Optó por el Señor y pronunció sus votos religiosos a sus 21 años de edad. Fue ordenado sacerdote el 1o de agosto de 1965  y vino a Guatemala en agosto de 1966. Por su compromiso con los pobres fue asesinado el 12 de mayo de 1980.
Según informaciones aportadas por el Arzobispado de Guatemala, el padre Walter Voordeckers, cuya línea pastoral coincidía con los planteamientos de la teología de la liberación, quedó muy impresionado por las difíciles condiciones de vida y de trabajo de los campesinos de las fincas algodoneras y de los ingenios de caña de azúcar. Un declarante manifestó: "Walter se entregó completamente a la causa, a luchar contra el sufrimiento del pueblo (...)".2 
 
 Esta línea pastoral, que seguían otros sacerdotes y laicos de la prelatura de Escuintla, derivaba necesariamente en una prédica de carácter ético-social hacia los campesinos, que entró en conflicto con los intereses de los dueños de las fincas e ingenios. Al padre Voordeckers le fue prohibido ingresar y celebrar misas en esos centros productivos. Pero continuó atendiendo a la feligresía católica en la parroquia de Santa Lucía Cotzumalguapa.
En 1976, con motivo de una huelga en la finca del ingenio Pantaleón, el más importante del país, el padre Voordeckers proporcionó comida a los trabajadores y sus familias.3  Un testigo afirmó que "el padre Walter se cataloga como uno de los mejores hombres de defensa de los derechos laborales del trabajador (...)".4 
 
Ese mismo año aparecieron pintadas en las paredes de Santa Lucía Cotzumalguapa varias amenazas públicas contra el padre Voordeckers, suscritas por el autodenominado Ejército Secreto Anticomunista (ESA).5  Algunas leyendas eran "Walter, comunista, el ESA te busca", "Walter go home - ESA".6  
 
En junio de 1977 el ESA envía circulares a los medios de Prensa, señalando que su finalidad es "parar el comunismo que actualmente actúa con impunidad en el país". En la misma época, el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) solicita al presidente Laugerud que declare el estado de sitio y permita la creación de grupos privados -"quizá con ESA en la mente", según el Departamento de Estado Norteamericano- para proceder a la represión del terrorismo de izquierda. Ante la negativa del presidente, el CACIF advierte que está preparado para actuar por mano propia.7 
Por otro lado, en los años setenta el Comité de Unidad Campesina (CUC) ya tenía presencia y liderazgo en la región. En la Costa Sur el CUC logró formar una amplia base de apoyo vinculada al trabajo pastoral de los padres belgas de la CICM en Escuintla.8 
Miembros del CUC de la Costa Sur participaron en la toma de la embajada de España, el 31 de enero de 19809  y el 18 de febrero de 1980, con la participación de trabajadores de las plantaciones de algodón y caña de azúcar; dicho Comité organizó una huelga en la que participaron alrededor de 100 mil campesinos, pidiendo un incremento del salario mínimo. La huelga duró hasta el 3 de marzo y los trabajadores consiguieron que se aumentara el salario mínimo a 3.20 quetzales.
La violencia política contra la Iglesia se agudizó en la Costa Sur: el 1 de mayo de 1980 desaparecen el padre Conrado de la Cruz, párroco de Tiquisate, Escuintla, de origen filipino, perteneciente también a la CICM, y el catequista Herlindo Cifuentes Castillo.10 


El 11 de mayo de 1980 el padre Voordeckers comentó: "Yo tengo un miedo tremendo porque ya recibí amenazas, me quieren matar y me van a matar, pero si me quieren matar o si me quieren arrastrar, yo voy a correr, no me voy a dejar secuestrar, mejor prefiero recibir un balazo y no ser secuestrado así (...)".11  
El 12 de mayo de 1980 cuatro individuos fuertemente armados se habían apostado, desde las siete de la mañana, frente a la parroquia y la sede de la Policía Nacional en el municipio de Santa Lucía Cotzumalguapa, departamento de Escuintla. Faltando unos quince minutos para las diez de la mañana el padre Voordeckers salió de la parroquia camino de la oficina de correos. Los cuatro individuos trataron de secuestrarle y, al fallar en el intento, le dispararon; el religioso recibió siete impactos de bala calibre 45. De inmediato, los atacantes se subieron a un jeep Toyota Land Cruiser de color beige, con placas tapadas y huyeron. Un testigo presencial contó que "al oír yo los disparos, me llamó la atención el ruido, salí yo por el portón que está junto a la parroquia y pude ver la movilización y todo; algo había pasado anormal, salí corriendo para seguir viendo y pude ver todavía un Toyota que salió huyendo con unos hombres con sus morralitos; se subieron al Toyota y se fueron. Pude ver al padre Walter en sus últimos momentos, eso nunca se me va olvidar, porque causa una impresión tan fuerte; llegué, él estaba boca bajo con unos sus caites y todavía intentó de hablar, de abrir la boca (...); en la esquina del parque se había juntado mucha gente, pero fue muy poca gente que se acercó (...)".12  Los Bomberos Voluntarios recogieron el cuerpo del sacerdote y lo llevaron al IGSS, donde murió a causa de las numerosas heridas de bala.

Cuatro días más tarde, el 16 de mayo de 1980, un importante finquero de la región dirigió una carta a monseñor Mario Enrique Ríos Mont, donde manifestó, refiriéndose a la muerte del padre Voordeckers: "Dios tenga misericordia de él pues murió como víctima del mismo odio que él dispersó en el departamento de Escuintla. Qué lástima que por su preocupación exagerada por los problemas políticos y socio-económicos se haya perdido en un bosque en el cual ya no veía los árboles (...) ¨Por qué no llama al orden a los sacerdotes en su diócesis que predican la violencia y la destrucción de la vida y la propiedad?. ¨Por qué no le obedece usted al Santo Padre? Así no será responsable por la muerte de incautos e inocentes sacerdotes como el Reverendo Voordeckers, que en paz descanse".13 
 
Un documento desclasificado del Gobierno de Estados Unidos señala que existen razones para creer que tanto el padre Voordeckers, como el sacerdote Conrado de la Cruz Concepción y el catequista Herlindo Cifuentes Castillo, fueron víctimas de elementos pertenecientes a los órganos de seguridad del Gobierno.14 

Fuente CEH. Caso Ilustrativo 56.
Congregación Inmaculada Corazón de María 

1 comentario:

  1. excelente comunicado, hay que seguir recordando a todas estas personas que de una u otra forma le abre los ojos a los pueblos pisotiados por USA. gracias a dios en mi pais VENEZUELA gracias a la llegada del comandante CHAVEZ el pueblo despertó. saludos camaradas. desde BARQUISIMETO ESTADO LARA VENEZUELA.Soy Jose Rafael Rivas y mi correo es: rivasjoserafael@gmail.com

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